New York ya no se esfuerza en ocultar sus intenciones de hacerse en el mercado de 2010 con una estrella de renombre, preferentemente Lebron James. En un conjunto de operaciones llevadas a cabo con el fin de aumentar su flexibilidad salarial para incorporar jugadores que serán libres en 2 años, los Knicks enviaron primero a Jamaal Crawford a Golden State Warriors, a cambio del alero Al Harrington. Mientras que un par de horas después, acordaron el traspaso de Zach Randolph a Los Angeles Clippers y de Cuttino Mobley y Tim Thomas a su franquicia. Pese al buen arranque esta temporada, Donnie Walsh -presidente de la entidad- decidió maniobrar fuerte y cumplir lo que había prometido: Hacer limpieza en la plantilla y así poder aspirar a contratar, por medio de buenos ofrecimientos, a jugadores de la talla de Lebron James, Chris Bosh y Steve Nash.
New York lleva 7 años seguidos terminando el torneo con más partidos perdidos que ganados. Este podría ser uno más. Pero la apuesta es más que fuerte, y en el futuro las cosas podrían cambiar y así volver los éxitos a esta ciudad ganadora por naturaleza.
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